I - EL LLAMADO
Debo salir al destierro
Para ir en busca del infierno propio
Que sea mayor que una fogata, más alto
Que mis mejores abismos deslucidos
Debo caminar y no volver
Escapar y perder mi alma.
Me voy porque esperándome están
La nube acida y el viento misterioso
Buscando transubstanciar mis desesperanzas
Tratando de conducir la esencia mágica
La potencia crónica, la agilidad vegetal
Por esos subterráneos que soñaron los dioses
Que buscaban hacer de nosotros
Nada más que estatuas parlantes.
Además me espero yo mismo
Para saciarme de mi gran oportunidad
Satisfaciendo la agonía
De saber de la muerte trashumante
De la vida austera
Del implacable correo de los sueños.