Pasé toda esa tarde boca abajo saborendo el tibio gusto del pavimento capitalino que mientras más horas pasaban se contagiaba con el sabor del aliento apurado y vaporoso. Fue una oportunidad increible para apreciar la micro-arquitectura de la vereda que mirándola en detalle dejaba ver una serie de grietas, poros, gránulos que tal vez sean la razón del porque son destruidas y reconstruidas invierno tras invierno.
Pasó una hormiga que restregó sus antenas, me miró de reojo, luego de frente, me olió y siguió su camino ignorándome.
Yo permanecía ahi, era la posición más cómoda que podía encontrar en ese momento, donde solo veia los pies de la gente trotando, corriendo y de vez en cuando la caida de alguna colilla de cigarro. Trataba de escuchar pero descubrí que estaba demasiado apegado a mi vista y por primera vez sentí la necesidad imperiosa de tener ojos en la nuca, sin embargo, lograba entender todo lo que estaba pasando, y es que el mundo es en extremo predecible, muchas veces es cosa de sumar uno más uno, restar un poco y listo, sólo es una relación dialéctica.
Continué boca abajo oliendo el aroma del pavimento y apreciando que se teñía de rojo y se ponia tibio y mojado, ¡¡¡ERA SANGRE!!! y era de otros que estaban boca abajo, miré de reojo a La Moneda y la patada en las costillas con el fusíl en mi cabeza me hizo caer en razón. Ahí me dí cuenta que la lucha de clases -que había leido años atrás- realmente existía y que esta vez la estaban haciendo contra nosotros.
7 comentarios:
wenas pelao!... puta k es weno ese kuento... realmente weno!
Le pegai a la literatura cabro...Tu cuento es buenísimo, por un lado no puede dejar de evocarme a cortázar... y pensar que aún después de mil años de evolución, sigan existiendo las "guerras floridas"...verenando a otros dioses, pero "sacrificandonos", del mismo modo, unos a otros...
Pero por otro lado, más "lith" la imagen de la hormiga me encanta, me recuerda cuando cierta vez, en un verano adolescente con mi amiga Caro, evadimos la justicia "paterna" y nos quedamos hasta tarde en una terraza... yo miraba el suelo, tb. boca abajo cuando pasó la hormiga, y ella estaba conversando con un mino, sin percibir mi reflexión.. me estaba dando cuenta que ya no éramos las de antes...quizás, nuestros intereses habían cambiado y la amistad de la infancia no es eterna...con los años cambié de amiga de verano, pero aun guardo, en honor a lo que fué, un espacio en mi corazón para ella... al igual que aunque pase el tiempo siempre te tendré reservad uno vecino al de ella.
Qué final más abrupto. Más alla del cuento y pasando a la realidad, no puedo imaginarme lo que debió ser eso. No sé cómo mi viejo soportó los encañonamientos en los controles, o los que no querían disparar y tuvieron que hacerlo.
Me parece algo increíble y no muy digerible.
jelow, pelao.
y no fue cuento...
me paso algo cuando lei loco... en algo que me pego a diario...plastificar al eterno heroe romantico.
bkn tu puesta en escena del boca abajo...la hormiga.
nos vemos a mas tardar lo antes posible.
Excelente...me recordo a un cuento, creo que de Coartazar...la noche boca arriba o algo asi...muy weno...
me gustó eso de la hormiga también, lo encontré excelente...me lo imagino como de una película...jajaj...bien vola la weaita...
Respecto a la lucha de clases...lamentablemente no tengo opinion aun...
saludos chiko....
excelente cuento...me recordo las volas de Thom Yorke de Radiohead en el video de Just...con hombre al suelo, intriga y final inesparado incluído....aunq en el video no se revela el desconcertante final....
en cuanto al tema de tu cuento....mis más sinceros respetos a los caídos esa tarde boca abajo....
Tener opinones sobre la lucha de clases? ... no es el objetivo del cuento, de todas formas su existencia es una realidad històrica, solo hay que comprenderla, ver que se desarrolla en el dia a dia.
saludos
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