escrito el 2000
publicado en Zona Abierta Nº 10, Septiembre 2004
¿Te acuerdas de Los Motos?, Tu siempre querías dirigir el grupo, y te enojabas porque no te dejábamos; es que eras muy loco. ¿Te acuerdas de los cuicos?, esos que se nos querían unir porque decían que éramos bakanes y tu los echaste porque venían en Harley, forrados en cuero nuevo, -“Seguro que se visten en el Parque Arauco”, dijiste- y con el pañuelito en la cabeza queriendo ser malos.
Era bakán andar rajado por la carretera, sobre todo cuando estaba lloviendo porque se ponía resbaloso y sonaba como lancha. A ti no te gustaba mojarte, por eso preferías quedarte al lado de la estufa, si total no era obligación; el único día que era obligación era el Sábado.
La mía se llamaba Daniella, siempre quise ponerle ese nombre a una moto, era una Honda negra de forros guatones. La tuya era una Suzuki roja y se llamaba Andrea, nunca supe si la bautizaste así en honor a tu abuela, a tu mamá, a tu esposa o a tu hija. También habían Franciscas, Alejandras, Glorias, Jennys, Angelas, incluso había una Ramona, una Ester, una Beatriz y hasta una Carlota. Eran verdes, amarillas, azules, negras y tu roja.
Nunca supimos por qué, pero la tuya era la más bakan. Aunque nunca dirigieras el grupo, siempre llamaba la atención, y no solo por ser la única moto roja, sino porque tenía un no se qué; tenía clase; un aire de reina; incluso el resto parecían sólo sus doncellas. Quizás por eso, un día te ofrecieron quince millones, cuando una nueva costaba dos millones y medio a todo reventar.
Las fiestas eran espectaculares. Nos juntábamos en el puente, luego de unas vueltas comprábamos el copete, la carne y nos íbamos a la casa de turno. Llegábamos todos haciendo sonar las motos al máximo; a veces éramos más de treinta, sin contar a los que llegaban con mina. Las minas que venían solas llegaban siempre como las doce, cuando la carne ya estaba lista. Nosotros siempre nos encargábamos de la música y siempre empezábamos con algún tema de Nirvana, ¡te acuerdas de “Lithium”?.
La última fiesta fue la de tu cumpleaños. Estabas muy curao por eso saliste en la Andrea, pese a que la otra Andrea te armó un escándalo. Cuando nos llamaron del hospital nadie reaccionó y cuando llegamos era tarde.
Al otro día todos te escoltamos, incluso los cuicos de las Harley llegaron con flores. De ahí guardamos nuestras motos.
Ayer fue la Andreita pa` mi casa. Sí, ya tiene dieciocho años, sacó licencia y llegó en la Andrea. Yo tomé a la Daniella y llamé al resto, incluso a los Harley que no los veía hace quince años. Nos untamos como cincuenta y salimos. La Andrea seguía siendo la reina y la Andreita es toda una mujer y maneja como nadie, por eso la dejamos dirigir el grupo.